BSA #2

Hace muchos años surgió un género musical que no era más que música para que «la chaviza» bailara y se divirtiera, con canciones que hablaban justo de bailes y fiestas. Aquellos que se mostraban en contra de este nuevo fenómeno no dejaban de describirlo como ruido hecho por y para gente sin educación. En fin, esto ni siquiera era música.

Así es, el origen del rock hace ya más de 70 años generó este tipo de opiniones. Pero bueno, creo que se puede decir lo mismo de cualquier nuevo movimiento musical, como sucedió con el hip hop hace casi 51 años o con… el reggaetón.

Seré sincero. En general soy tolerante con todos los géneros musicales. Con todos, excepto con el reggaetón. Tampoco con la banda, pero ese es otro tema. Detesto el reggaetón. Si mi algoritmo me propone un corrido tumbado, un canto gregoriano, un rolón new age o un buen yodeling alemán, no tengo ningún problema y lo escucho. Si me propone una canción de reggaetón, por supuesto que lo considero inaceptable y paso a la siguiente, no sin antes solicitarle atentamente que no lo vuelva a hacer.

No soy la única persona que lo piensa, pero algo que me hace sentir incomodo es que, desde que este género caribeño llegó a conquistarlo todo, ha habido una infinidad de personas que, por alguna razón, llegan a pensar que el no escuchar reggaetón los eleva a un nivel superior como persona, los hace más intelectuales y demás.

Uno de sus argumentos es el de la misoginia en sus letras, pues dicen que en ellas hablan de las mujeres solamente como un objeto sexual, lo cual pues… tampoco es como que sea mentira. No obstante, la mayoría de las veces, esto me parece una hipocresía. Existen un sin fin de canciones en otros géneros que tienen letras similares, aunque tal vez no tan explícitas. En lo personal, no puedo quejarme de que este género es muy misógino si puedo escuchar sin problemas canciones de Guns ‘N Roses, Cat Stevens, entre otros. Es más, les recomiendo epaR de Earl Sweatshirt, pero no digan que yo lo hice.

Otro argumento es aquel de que este género musical es para gente sin educación o cosas similares. Recuerdo aquella vez que vi a Fer Martz, antiguo líder de Zurdok, en el Food Truck Fest 2018. Antes de que se subiera al escenario, en lo que alistaban todo para su presentación, pusieron reggaetón para amenizar. Decisión desagradable, pero no fuera de lo común. Al subirse, lo primero que dijo fue algo como «espero que hayan llenado sus tanques de reggaetón porque ya no va a haber nada de eso. A lavar carros a otro lado, aquí sí acabamos la primaria». Debo confesar que me pareció muy gracioso. Tan políticamente incorrecto y gracioso que aquí estoy, contándolo seis años después. De cualquier forma, no puedo negar que esos comentarios tienen un alto grado de clasismo.

¿Por qué el escuchar a, no sé, Radiohead (o al Radiohead mexicano, Zurdok), te haría más inteligente que alguien que no lo hace? Al final, una canción de estas bandas y una del artista urbano que gustes buscan lo mismo, transmitir emociones. Sin duda son emociones y formas de transmitirlas COMPLETAMENTE diferentes, pero el objetivo es el mismo. Si te gustan ese tipo de canciones complejas en las que el ritmo cambia cada cinco segundos, lo único que quiere decir es que te gustan ese tipo de canciones complejas en las que el ritmo cambia cada cinco segundos. En otras palabras, gustos y preferencias.

George Gershwin, el legendario compositor del clásico de jazz Rhapsody in Blue, alguna vez dijo que «la verdadera música debe repetir el pensamiento y las inspiraciones de la gente y de la época». Considero que los ritmos urbanos justo reflejan eso. Por ejemplo, en la actualidad se habla de forma mucho más abierta de temas relacionados con la sexualidad. Esto podría explicar el por qué las canciones urbanas parecen girar en torno a este tema (y solamente en torno a este tema). Tal vez está muy alejado del idealismo de los 60s u otras formas de pensar que podrían considerarse menos «necesidades fisiológicas de Maslow», pero esa es una discusión diferente. El punto es que esta es la música con la que la juventud se identifica y se expresa, y eso es imposible de negar.

En fin, propongo que, si quieres decir basura del reggaetón, uses argumentos relacionados cien por ciento con cuestiones musicales. Por ejemplo, di que los balbuceos con los que interpretan sus canciones te parecen ridículos, o que, por el uso del dem bow, todas suenan totalmente intercambiables. Aunque, pensándolo bien… esto mismo podría decirse del rock.