En Vivo #8

Evento:	Corona Capital 2023
Lugar:	Autódromo Hermanos Rodríguez
Fecha:	18 – Noviembre – 2023

Segundo día del Corona Capital 2023. Después de los acontecimientos desarrollados el día 17 de noviembre de 2023 en la pista del Autódromo Hermanos Rodríguez, no pude evitar sentir esperanza de que en los siguientes días del festival se repitieran las mismas emociones. Sin embargo, al inicio del día, antes de llegar al festival, me agarró la realidad y mi ser empezó a mentalizarse con la idea de que todo iría cuesta abajo a partir de ahí. No solamente los dos grupos que realmente quería ver estuvieron el viernes (Phoenix y ARCADE FIIIIIRE), sino que no había algo más que me llamara la atención a ese nivel ninguno de los siguientes días. Pero bueno, lo demás ya era ganancia, y ganancias tipo Blur, The Cure, etc., pues… ¿qué puedo decir? Esta es la segunda parte de mi breve, brevísima crónica de todo lo que viví en la 13° edición del Corona Capital. Si te la perdiste, la primera parte la puedes encontrar aquí.

Para este día, decidimos tomarnos un poquitín más de tiempo antes de ir al autódromo, la edad empieza a pegar y era necesario un ratillo de descanso. En vez de llegar a las tres, llegamos como a las cuatro. Es mágico lo que puede hacer una hora más de sueño. Esta vez llegamos en un Uber normal (puaj), y nos fuimos directamente al escenario Vans para ver una de las cosas más asombrosas que pude ver en esos tres días. Así es, estoy hablando de Atarashii Gakko! Con signo de exclamación y todo. Con el puro nombre ya lo había agregado a la lista de cosas que quería ver, aunque en mi mente pasó que sería un grupo de J-rock o algo parecido, como de los que se avientan los intros de los animés. Pero vaya, vaya que no esperaba lo que vi. No solamente no tocaban canciones de animé, sino que ellas mismas eran el animé.

Trataré de explicar un poco sobre su concepto. Atarashii Gakko! es un grupo formado por cuatro chavalillas que usan uniformes escolares y no tocan instrumentos, en el escenario solamente reproducen la música y ellas cantan y hacen unas coreografías impresionantes. Desde que escuché las campanas esas japonesas de cuando empiezan las clases, supe que esto sería especial. Fue tan especial que ni siquiera sé cómo describirlo, aunque una consulta rápida en Wikipedia dice que su género es J-pop y Jazz… no tengo idea de dónde sale el Jazz, pero bueno. En resumen, sus canciones son bizarrísimas, sus bailes son geniales, hubo un momento en donde Suzuka, la que supongo que es la líder, despareció del escenario y apareció en donde está la raza que controla las luces o el sonido o no tengo idea, INCREÍBLE. El único problema es que se pasaron un poco del tiempo que tenían asignado, así que terminaron cortándoles el sonido. Fue la única vez que vi que pasara esto en todo el festival, pues en general todo empezaba y terminaba muy puntualmente.

Después de los obligados cánticos a los organizadores por no dejarlas terminar, nos dirigimos al escenario Corona Cero para ver a Nation of Language. Lo único que puedo decir es que no es lo mío y que siento que se toman demasiado en serio, pero podría ser solamente mi percepción. Al terminar, me separé una vez más de mi raza porque no me quería perder lo que estaba pasando en el escenario Viva Tent. Ese fin de semana vi a muchas personas en el escenario, desde artistas muy underground hasta leyendas de la música. Pero puedo decir que la persona que estuvo en el escenario Viva Tent entre 4:30 y 5:10 de la tarde puede ser la persona más importante de todas. Una persona que con solamente una canción pudo convertirse en un fenómeno mundial. Rebecca Black estuvo por primera vez en México como parte del Corona Capital 2023. Obviamente no sabía que esperar, pero lo que vi me sorprendió y no al mismo tiempo. Hace algunos ayeres, alrededor del 2020, la intérprete de Friday reveló que se considera «queer», por lo que en estos últimos años ha adoptado una temática cada vez más LGBT+, además de que en febrero de este año lanzó su primer álbum oficial, doce años después de saltar a la fama. Este contexto es para explicar el por qué Rebecca se hacía acompañar solamente por dos bailarines que sin duda son miembros de la comunidad LGBT+, además de por qué había tantos arcoiris por ahí y así. Sus canciones claramente no son lo mío, pero quería aprovechar mi oportunidad de escuchar Friday en vivo, la cual se aventó casi al final de su tiempo en el escenario, en forma del remix que hizo en 2021 junto a 3OH!3, Big Freedia y Dorian Electra. Para la última canción, los bailarines salieron con unos senos falsos súper enormes. Todo muy surreal, la verdad, pero no me arrepiento de absolutamente nada.

De ahí nos fuimos a perder el tiempo escuchando a Black Kids un ratillo y luego a Kasabian, en donde me reuní con mi raza. Tienen muy buenas canciones, pero no me considero fan. Sin embargo, fue después de que terminaron cuando empecé a vivir lo que mi raza me dijo que era «la verdadera experiencia Corona Capital». Había una cantidad GROSERA de gente, y todos moviéndose en la misma dirección hacia los demás escenarios. Lo del viernes había sido solamente un espejismo. Normalmente no me pasa, pero esta vez sí fue como que «¿por qué rayos pensé que era una buena idea venir a este evento?» El sueño se había acabado. Estaba tan engentado, como dicen las tías, que no tengo idea de qué pasó en las siguientes dos horas. Me gustaría suponer que ahí fue cuando aproveché para cenar un burrito muy decente y unas boneless con lo que al parecer era la salsa buffalo original, que sabe como a mole. Vi algunos segundos de Chromeo y desconecté mi cerebro hasta que empezó Metronomy a las 8:40. No he escuchado muchas de sus canciones, pero las que he escuchado me agradan, y como me los perdí cuando estuvieron a Monterrey, esta era la oportunidad perfecta para verlos en vivo. No contaba con que los excelentes lugares que teníamos mientras esperábamos se arruinarían cuando empezó a llegar más gente. Decidimos irnos más para atrás, hasta un punto en el que ya no se alcanzaba a ver el escenario, solamente se podía escuchar. Estuvo bien, supongo, pero no se sentía igual.

A partir de aquí, casi todos los artistas grandes, o sea, los que se pueden considerar como headliners, los «vi» tan lejos que se puede decir que nada más los escuché. Pero en fin, fuimos a buscar un buen lugar para ver a The Black Keys, pero como no es lo mío, dejé mi lugar, escuché una canción y preferí irme a explorar otros rumbos… los cuales me llevaron a «ver» a Thirty Seconds to Mars, que tampoco es lo mio. Hubiera sido más divertido si Jay de la Cueva hubiera tomado el lugar de Jared «Morbius» Leto. Hubiera sido más divertido si en algún momento hubiera dicho «it’s morbin’ time». Hubiera sido más divertido si se hubiera subido al techo del escenario para luego dejarse caer, pero bueno, esas cosas no pasan.

Mientras Thirty Seconds to Mars estaba en el escenario Corona Cero, Fever Ray se estaba presentando en el escenario Viva Tent. Lo único que sabía de Fever Ray es que es el nombre artístico de una persona no binaria, que cada que saca un álbum nuevo crea un nuevo personaje para su promoción y que había sacado algo nuevo este año, recibiendo buenas calificaciones de la crítica. Las fotos que había visto de su nuevo personaje me intrigaron, entonces no quise perder la oportunidad de ver de qué demonios se trataba. Ibamos llegando al escenario y nada más podíamos escuchar un beat súper poderoso y prendido. Definitivamente no esperaba eso. Cuando terminó empezó una canción que podría describirse como exactamente lo contrario, súper lenta y con voces muy graves, parecía como para meditar. Supusimos que en cualquier momento iba a «dropearse el bass», cuando, de repente, se termina la canción, Fever Ray se despide y fue todo. Me estaba hiriendo a mi mismo en mi confusión. Creo que se ha ganado uno (o dos) nuevos fans.

Regresamos a Thirty Seconds to Mars para escuchar The Kill, probablemente su única canción que vale la pena, y para ver a un sujeto que supongo que esperó toda su vida para ese momento y lo dió todo en la interpretación. Al terminar, nos fuimos al escenario principal para ver a Blur. Me gusta Blur, y puedo escuchar casi cualquier cosa que haga Damon Albarn, pero, por alguna razón, como que no tenía muchas ganas de ver a Blur ese día, desconozco por qué. Escuhamos algunas cuantas, entre las que estuvieron Beetlebum, Coffee & TV (la de la leche), End of a Century y Country House. Al final de una que no conocía, Goodbye Albert, el buen Damon se aventó en el piano lo que después descubriría que era Ella Baila Sola de Eslabón Armado y Peso Pluma. SE VIENE COLABORACIÓN DE GORILLAZ CON PESO PLUMA.

Justo cuando estaba Country House decidimos que era momento de irnos, más que nada para evitar a toda la raza que iba a salir al mismo tiempo después de Song 2. Preferí mi higiene del sueño que escuchar ese rolón y, ya se la saben, #NoMeArrepientoDeNada. Creo que lo más interesante del día fue Atarashii Gakko!, Rebecca Black y Fever Ray, lo cual te pone a pensar. Estoy casi seguro de que no lo disfruté tanto por la cantidad grosera de gente que había, lo cual, como ya expliqué, hacía que estuvieramos en un buen lugar para escuchar pero no para ver, disminuyendo el impacto de forma importante. Pero bueno, mi misión se había cumplido desde que vi a Arcade Fire casi hasta enfrente, así que no me quejo… o algo así. ¿Tendré la energía suficiente para resistir un día más de festival? ¿Me vencerá la nación de la lesión de rodilla? La respuesta a todo esto se revelará en la emocionante tercera y última parte de la brevísima crónica del Corona Capital 2023.

Mi calificación final es…

Tres estrellas.

3/5 Se acabó el sueño

PD

He estado en dos conciertos de Damon Albarn (Gorillaz y Blur). En los dos ha detenido canciones porque no le agrada como suenan en la primera vuelta (Andromeda y Coffee & TV, respectivamente). Te pone a pensar.