Mambo & Mosh en el Festival Santa Lucía

En Vivo #5

Evento:Plastilina Mosh – Mosh & Mambo
Lugar:Explanada de los Héroes. Monterrey, N.L.
Fecha:28 – Octubre – 2023

Por fin se hizo. Después de años y años de esperar a que llegara el momento, por fin pude ver a Plastilina Mosh en vivo. En este mismo período de tiempo he visto cinco veces a Caifanes, tres veces a Café Tacuba, cuatro veces a Porter, un número indeterminado de veces a Kinky y, sorprenedntemente, cinco veces a Franz Ferdinand. He tenido oportunidad de verlos anteriormente, pero por una cosa o por otra se me complicaba y me los perdía, pero esta vez lo logré, y en el Festival Santa Lucía de Monterrey, por alguna razón. Digamos que el sábado 28 de octubre de 2023 me convertí en otra persona. A continuación haré un breve recuento de lo que sucedió ese día.

El concierto empezaba a las ocho de la noche, y como no estaba seguro de si habría lugar para estacionarme en el centro de Monterrey, de cuánta gente estaría ahí (por ser gratis, más que nada), entre otras cosas, pensé que llegar ahí un poquitín antes de las siete sería una buena idea… y lo fue, quién lo diría. Como faltaba un ratillo para que empezara, nos pusimos a vagar por la Macro Plaza viendo los puestos de emprendedores locales que había por ahí. No había nada especial, pero terminé comiendo unas Conchitas con queso y comprando un agua de maracuyá, #NoMeArrepientoDeNada.

En fin, dieron las ocho en punto y aparecen en el escenario Flip Tamez, guitarrista de Jumbo, y otra persona que no estoy seguro de quién es. Me pareció extraño porque claramente Flip Tamez es guitarrista de Jumbo, no de Plastilina Mosh, y claramente yo en ese momento quería ver a Plastilina Mosh, no a Jumbo. Mi confusión terminó cuando explicaron que la razón por la que estaban ahí era para presentar a los artistas que abrirían el concierto, The Revies y Valeria Jasso, los cuales fueron los ganadores del concurso Nuevo Talento Nuevo León que se hace cada año en el marco del Festival Santa Lucía. Mi espera para ver a Plastilina Mosh duraría un poco más.

Primero apareció The Revies, un grupo de Monterrey que, según ellos mismos lo describen, tocan «una mezcla de rock alternativo, grunge y psicodélico con unos toques latinos». Al parecer son muy buenos para describirse, porque creo que yo los hubiera descrito exactamente así, hasta lo de los toques latinos. Mi investigación posterior me reveló que iniciaron en 2007 y que en este concierto se reunió su alineación original. No lo sabía cuando los ví, pero me da gusto por ellos. Sus canciones me parecieron buenas, nada extraordinario, pero sí me hacía falta escuchar algo de este estilo en vivo. La mejor canción fue la penúltima, una que «acaba de salir del horno», una que sonaba muy interesante… si tan solo supiera cómo se llama, maldición. Pero bueno, vale la pena si te gusta el rock alternativo, grunge y psicodélico con unos toques latinos.

Después llegó el momento de Valeria Jasso, que vino desde Mérida, Yucatán, para este concierto. Creo que la forma más simple de describir su sonido es como folk. No conozco mucho del género, pero tengo la sensación de que es algo parecido a gente como Silvana Estrada, pero podría estar totalmente equivocado. En fin, su presentación en el Festival Santa Lucía estuvo IN-CRE-Í-BLE. Vaya forma de cantar, vaya calidad de músicos, vaya forma de conectar… otro nivel. Recomendada ampliamente, escucha Celeste AHORA.

Por fin, después de años y años más una hora y media, llegó el momento de Plastilina Mosh, y qué mejor que empezar con Niño Bomba, el clásico de 1998. Esta presentación de Plastilina Mosh fue en su versión de Mosh & Mambo, que, como explicó Jonáz entre canciones, es como una forma alternativa de hacer sus canciones «unplugged». Me parece una idea muy buena, porque de verdad no puedo imaginar canciones como Mr. P. Mosh o Human Disco Ball completamente acústicas. En este concierto, a Jonáz y a Rosso los acompañaban dos coristas, un pianista (que fue el que hizo los arreglos de todas las canciones), un percusionista, un baterista, un bajista y una sección de metales de once personas… muy completo digamos.

Si bien al principio el público estaba como que muy apagada, probablemente porque los organizadores pensaron que era una buena idea poner sillas para un concierto de «rock» gratuito, cuando llegó el momento de Mr. P. Mosh por fin todos se pararon a bailar. Para animar aún más a la raza, aparecieron tres bolas de playa gigantes que estuvieron volando por encima de todos durante casi todo el concierto, estuvo divertido. Aparte, como podría imaginarse, la cantidad de basura que dicen esos sujetos en el escenario es inconcebible. Hasta el pobre Chema, el que manejaba el sonido, fue blanco de la basura de Jonáz y Rosso. Hasta cierto punto era válido, porque había partes en canciones como Oxidados, por ejemplo, que tenían solos de trompetas y se escuchaba exactamente nada. El trompetista haciendo el solo de su vida y el público nada más viendo su esfuerzo, porque, así, cero sonido. Afortunadamente después se solucionaron todos los problemas de audio, se le aplaudió al buen Chema y salió a saludar al público.

Además de obviamente tocar casi todos los clásicos de Plastilina Mosh, como Pervert Pop Song, Nalguita (una de las canciones más nefastas de la historia), Peligroso Pop y las que se mencionaron anteriormente, el formato Mambo del concierto se prestó para tocar canciones que normalmente no se podrían tocar en otro contexto, como, por ejemplo, Tiki Fiesta, una canción interesante del interesante Juan Manuel. Después del «encore», en el que tocaron Millionaire, salieron las organizadoras del Festival Santa Lucía, les dieron reconocimientos a todos los músicos y, como el público no quería que terminara el concierto, les pidieron que tocaran una más, aunque ya la hubieran tocado. Probablemente ya habíamos escuchado todas las canciones a las que se les hicieron arreglos tipo mambo, por lo que, como agradecimiento a los músicos, tocaron Oxidados una vez más, dándo espacio para que cada uno se aventara su propio solo. Los solos estuvieron buenísimos, la canción duró como diez minutos o más y hasta subieron a un niño al escenario para que tocara el piano con Rosso.

El concierto terminó, una parte de mí murió y fue momento de cruzar las calles del centro de Monterrey en fin de semana de Halloween… pero esa es historia para otro día. En fin, lo que puedo decir es que, dejando de lado los problemas de audio que hubo por momentos, valió la pena la espera. Tal vez esperaba un poco más de mambo y no nada más un «los éxitos de Plastilina Mosh con trompetas», pero con canciones tan divertidas y con músicos de acompañamiento con un talento innegable, era imposible que no valiera la pena. Ahora esperaré con ansias una versión en concierto de Plastilina Mosh tradicional, pero por lo pronto se cumplió la misión.

Mi calificación es…

Cuatro estrellas.

4/5
Misión cumplida

2 comentarios sobre “Mambo & Mosh en el Festival Santa Lucía

  1. […] Hace algunos ayeres les compartí mis experiencias viendo a Plastilina Mosh por primera vez, en su versión Mosh & Mambo, después de años de esperarlo. Al concluir, escribí «ahora esperaré con ansias una versión en concierto de Plastilina Mosh tradicional, pero por lo pronto se cumplió la misión». Es un placer confirmarles que, casi dos años después, por fin asistí a un concierto tradicional de Plastilina Mosh. Esta es mi pequeña crónica sobre este acontecimiento trascendental en mi vida. […]

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