De Catálogo #19

| Artista: | Porter |
| Álbum: | Atemahawke |
| Fecha de lanzamiento: | 15 – Mayo – 2007 |
| Productor: | Alex Pérez, Odín Parada |
| Duración: | 47:29 |
¿Recuerdas cuando en Telehit pasaban videos de canciones que no eran ni de reggaeton ni de k-pop? Pues esa época dorada que probablemente nunca regresará tuvo mucho que ver, a mi parecer, con el éxito de Porter. Si bien durante esos años, a mediados de la primera década del siglo, había una escena de rock mexicana muy interesante (y muy emo) de la cual Porter era parte, al mismo tiempo su estilo no tenía nada en común con lo demás que estaba sonando en el país. El lanzamiento de su EP debut, Donde los Ponys Pastan (2005) y sus sencillos Espiral y Daphne, mostraban que su sonido se alejaba del pop punk importado de Estados Unidos y se acercaba a un sonido más experimental y space rock, hasta cierto punto con ligeros toques de Radiohead y Bjork, cortesía del Bjork mexicano, Juan Son, voz y líder de la banda. Sin embargo, como mencionaba al principio, a pesar de no tener un sonido tan «comercial», por alguna razón estas canciones entraron en la rotación continua de Telehit, convirtiéndolas literalmente en himnos para la gente impresionable que tenía entre 13 y 17 años en esa época. Este éxito llevó a que el público esperara con ansias el lanzamiento de su álbum debut, y cada noticia relacionada con él solamente aumentaba aún más las expectativas.
Finalmente, el 15 de mayo de 2007, fue lanzado Atemahawke, el cual continúa con el sonido experimental de Donde los Ponys Pastan, pero al mismo tiempo siendo más «ambicioso», principalmente por ser un disco conceptual. Si desconoces el término, un disco conceptual es aquel cuyas canciones giran alrededor de un «algo», por ejemplo, de una historia que se cuenta a lo largo del álbum, como en el caso de American Idiot (2004) de Green Day o The Black Parade (2006) de My Chemical Romance, o de un concepto más abstracto, por ejemplo, cuando la banda se hace pasar por otra, como en el disco concepto más famoso de todos, Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967) de The Beatles. Las canciones de Atemahawke están basadas en cuentos que escribió Juan Son, incluidos en la versión física del álbum, los cuales tratan sobre personajes mencionados en las canciones, como el Vaquero Galáctico, Chicloso, Golem, Hansel y Gretel, entre otros.
A estas alturas de la vida probablemente ya sabes que para mí siempre es importante que la primera canción de un álbum te meta en un estado de ánimo especial. Que te introduzca en su mundo, digamos. Este álbum lo logra, no con una, sino con DOS canciones que sirven como intro, El Túnel y Este Cosmos. La primera, con sus sonidos como cavernales y la voz de Juan Son, literalmente hace que te sientas como caminando por un túnel hasta que, de repente, cuando empieza la segunda, ves la luz y estás dentro del mundo de Atemahawke. Ora sí que este cosmos que me absorbe.
Tras pasar la introducción, Vaquero Galáctico es una canción que nunca fue sencillo pero se convirtió en una de las más representativas de Porter. En la primera mitad de la canción solamente se escuchan el piano, algunas cuantas notas de guitarra y la voz de Juan Son, haciendo que la segunda mitad, que ya incluye a toda la banda, sea mucho más épica y espectacular. Escucharla en vivo es una experiencia increíble, por no decir que obligatoria, especialmente si la cantas a todo pulmón. Posteriormente, Host of a Ghost, una de las canciones más famosas de la banda, y Hansel & Gretel’s Bollywood Story traen un toque un poco más rock, la primera con unos maullidos hiper pegajosos y la segunda con el que probablemente es el riff de guitarra más «común» de Atemahawke, pero, en este caso, común no es sinónimo de malo.
Bailando con mi Virginidad y Al Fin Me Darás un Reno, a pesar de tener letra, se pueden considerar casi instrumentales, pues la voz sirve como un instrumento más. Este es el que considero el punto más débil del álbum, pues, al ser canciones generalmente más como «atmosféricas», se pierde un poco el ritmo que traía, de clásico tras clásico. Afortunadamente, después de Estocolmo, otra canción casi instrumental, con instrumentos de cuerda que le dan un poco de clase, aparece Cuervos, primer sencillo de Atemahawke, que sigue con el estilo space rock y recupera el «punch» que se perdió en la parte central del álbum.
Finalmente, en la recta final aparece Ana Paula (Viaje al 113), una última canción instrumental y, como cierre, Xoloitzcuintle Chicloso, una canción muy divertida, estúpida y que probablemente es la razón por la cual mucha gente no se toma en serio a Porter, ni en ese entonces, ni ahora. Al finalizar esta canción hay una sorpresa… si estás distraído te puede asustar fácilmente.
Atemahawke continuó con el éxito de Porter, sin embargo, diferencias creativas llevaron a su separación un año después del lanzamiento. Mientras que Villor, Fher, Bacter y Chata, guitarristas, bajista y baterista, respectivamente, querían continuar experimentando con una base rock, Juan Son quería ir más allá, pues, como alguna vez dijo, no le gustaba tanto el sonido de la guitarra. Este decidió iniciar una carrera de solista con Mermaid Sashimi (2009), llevándose a Chata como baterista, mientras los demás siguieron explorando por su cuenta hasta que, en 2013, se reunieron los cinco miembros originales en el marco del Vive Latino de ese año. Algún día contaré la historia del Porter 2.0, pero puedo adelantar que esta reunión no duró mucho… para beneficio de todos los involucrados.
Este álbum es un clásico de esa época del rock mexicano, y hasta ahora, al ser el único lanzado por la alineación original, sigue siendo considerado como su obra maestra. Muchas de sus canciones se convirtieron en himnos eternos, y con justa razón, pues dudo que exista otro grupo mexicano, por lo menos de esos tiempos, que haya alcanzado los niveles de Vaquero Galáctico, Host of a Ghost o Cuervos, que, de verdad, DEBES escuchar en vivo. El único problema que veo en Atemahawke es esa sección de la mitad que disminuye la intensidad. Para nada son malas, pero… les falta algo para hacer que se convierta en algo legendario.
Mi calificación final es…
Cuatro estrellas.
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| 4/5 Clásico, 100% recomendable |
PD
He estado en dos convivencias con la raza de Porter, y las dos veces me ha dado pena preguntar cómo rayos se pronuncia Atemahawke, pero mi intuición me dice que se pronuncia como Atemajac, nombre del valle en el que se encuentra Guadalajara, ciudad de origen de Porter, pero con una «o» en lugar de la tercera «a». Tal vez es lógico pero pues ya ves como soy.


Por fin una reseña actual de este disco :’D
Hace poco tiempo que los conocí con el disco de Moctezuma pero al ir oyendo sus discos anteriores me terminé por enamorar del trabajo y la esencia que aportaba Juan son :”)
Y como dices esa época debió ser una época dorada de los exponentes mexicanos, cuando aún había calidad y propuestas en la música
Lastima que no las viví en su momento
En lo personal amo todo del álbum ✨
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Vaya que Juan Son es un super personaje jajaja en algún momento de la vida publicaré reseñas de los demás álbumes de Porter y de Mermaid Sashimi de Juan Son… en algún momento…
Gracias por tu comentario!
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para cuando una de los changos articos
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Una más de esas y reportaré su cuenta, señora.
Gracias por el comentario y saludos cordiales.
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