Smashing Pumpkins – Gish

De Catálogo #18


Artista:Smashing Pumpkins
Álbum:Gish
Fecha de lanzamiento:28 – Mayo – 1991
Productor:Butch Vig
Duración:45:45

Corría el año de 1988. William Patrick Corgan Jr. regresaba a Chicago después de una breve estadía en Florida, tras la separación de su banda de influencia gótica (o sea, imitación de The Cure) The Marked. Ahí consiguió trabajo en una tienda de instrumentos musicales y, ahí mismo, conoció a James Iha, un japonés-americano de segunda generación, con el cual rápidamente inició una amistad basada en sus similares gustos musicales. Para este momento, cuando el buen Billy conocía a alguna persona le mencionaba que tenía un grupo llamado Smashing Pumpkins, aunque no fuera cierto. Una de esas personas fue D’arcy Wretzky, a quien conoció en un concierto de Dan Reed Network. Este no fue del agrado de D’arcy y, después de que Billy alcanzó a escuchar sus comentarios negativos sobre ellos, empezaron una discusión que concluyó con el reclutamiento de D’arcy como bajista de los nacientes Pumpkins, de los cuales James también ya formaba parte, en la guitarra. Tomando como base el sonido de su antigua banda, los Smashins Pompins inicialmente tocaban en un estilo cercano al gótico, usando una caja de ritmos en lugar de una batería.

Viendo el potencial que tenía esta nueva banda, y los deseos de triunfar de Billy, el dueño del Metro Chicago, uno de los lugares de música más emblemáticos de esa ciudad, les recomendó agregar un baterista real a la banda, específicamente a un baterista de jazz que conocía, a lo cual accedieron y acordaron hacerle una audición unos días después. Cuando este baterista se presentó a la audición, su mullet (negocios por delante, fiesta por detrás), sus pantalones deslavados y su carro no convencían a los miembros de Smashing Pumpkins. Sin embargo, en el momento en el que empezó a tocar todo tuvo sentido. Jimmy Chamberlin se convirtió en la pieza que faltaba en el rompecabezas de Smashing Pumpkins. Dejaron atrás su sonido semigótico y se adentraron por completo al rock alternativo con importantes influencias del hard rock y del rock psicodélico, empezaron a crear fama local, grabaron algunos sencillos y, entre diciembre del 90 y marzo del 91, grabaron lo que sería su álbum debut junto al productor Butch Vig.

Y vaya álbum debut. Lanzado el 28 de mayo de 1991, Gish, llamado así por la leyenda del cine mudo Lillian Gish, mostró que Smashing Pumpkins no era un grupo más subiéndose a la ola del rock alternativo, sino que tenían un sonido único pues, a diferencia de sus contemporáneos de Seattle cuya base era el punk, Smashing Pumpkins tenía una base de hard rock y psicodelia, y además, a pesar de que algunas de sus canciones juegan con las dinámicas, como Rhinoceros o Siva, no siempre lo hacen con base en la estructura popularizada por los Pixies unos años antes, versos suaves y coros potentes. La discografía de los Smashing Pumpkins es muy variada, por lo que se puede decir que ninguno de sus álbumes suena como este, pues entre las guitarras distorsionadas de Billy y el poder en la batería de Jimmy logran hacer un sonido pesado, fuerte, y muy divertido.

Gish contiene algunas de las canciones más representativas de este período del grupo, pues, a pesar de que no son tan populares como algunos de los éxitos que tendrían posteriormente, incluye clásicos como I Am One, Tristessa y las ya mencionadas Siva y Rhinoceros. Esta última podría considerarse como su primer éxito, y es en esta en donde se puede escuchar el tipo de dinámica en el que, aunque al principio suena como una balada ligera, para el final el solo de guitarra tiene una potencia única, de escucharse para creerse. Otra gran canción que está dentro de aquellas no tan famosas es Snail, la cual es una canción suave, pero con fuerza en las guitarras y en la batería, sin duda una joya oculta dentro de Gish. Como probablemente ya quedó claro, lo que más me gusta del álbum es su potencia en los instrumentos, ese poder que hace que no puedas evitar mover la cabeza mientras lo escuchas y que te hace que consideres aprender a tocar un instrumento para hacer lo mismo que ellos hacen.

Sin embargo, hay algo que evita que Gish sea un álbum perfecto, una pequeña cosita de nada que suaviza innecesariamente este poder que mencionaba. Para mi gusto, los puntos débiles de Gish son las canciones que tienen un ritmo más lento, por ejemplo, Crush o Suffer. No son malas, pero sí bajan las revoluciones más de lo necesario y, por lo mismo, apagan el poder que se muestra en el resto del álbum. Si hacemos una comparación con Siamese Dream (1993), su clásico sucesor, este tiene canciones lentas y suaves, como Disarm, pero que complementan de forma interesante el rock alternativo de las demás canciones. Como se puede ver, el corregir estos pequeños detalles permitió que Smashing Pumpkins produjera uno de los álbumes más emblemáticos de la década de los 90 algunos años después.

Si bien, tras el lanzamiento de Gish no hubo una cantidad relevante de críticas, dentro de la escena alternativa su impacto fue importante, lo cual permitió que disqueras más grandes buscaran firmar a Smashing Pumpkins para la producción de su siguiente álbum. En ese entonces, lo que se acostumbraba en el mundo alternativo era hacer un álbum debut decente, llamar la atención para conseguir una disquera grande y entonces sacar el mejor segundo álbum que se pudiera. En algún punto de la vida, Courtney Love, que alguna vez fue pareja de Billy, declaró que no era justo lo que los Pumpkins habían hecho en Gish, porque este era de tan alta calidad que ya parecía un segundo álbum y dejaba mal parados a todos los demás. Además, Gish fue por algunos años el álbum más vendido lanzado por una disquera independiente (hasta el lanzamiento de Smash (1994) de The Offspring).

Ya conocemos qué pasó después. Gish fue el primer paso para hacer que Smashing Pumpkins se convirtiera en una de las bandas más importantes del rock alternativo de los 90s, tanto crítica como comercialmente, hasta que una combinación de factores los llevaron a su separación en el 2000 y, en 2007, a su regreso. Sorprendentemente, más de treinta años después, el grupo sigue vigente (y parece estar viviendo un romance con México), lo cual hubiera sido imposible si Gish no tuviera tanta calidad. Tal vez esas canciones más lentas le quitan un poco de «punch», pero eso no demerita lo que vas a escuchar si le das una oportunidad, especialmente si te gusta el rock psicodélico y el hard rock.

Mi calificación final es…

Cuatro estrellas.

4/5
Puro poder, 100% recomendable

PD

Gish también fue un paso importante en la carrera de Butch Vig. Justo después de su grabación, el productor recibió en su estudio de Wisconsin a un grupo de Seattle que quería grabar su segundo álbum, una pequeña bomba que empieza con «N» y termina con «evermind». Después de eso ya nada fue lo mismo.

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