Artista:	The Strokes
Álbum:	Comedown Machine
Fecha de lanzamiento:	26 – Marzo – 2013
Productor:	Gus Oberg
Duración:	39:49

El inicio de la década pasada fue complicado para The Strokes. Después de ser la punta de lanza del resurgimiento del garage rock y ser considerados, literalmente, los salvadores del rock n’ roll a inicios del siglo, el pobre recibimiento de su tercer álbum First Impressions of Earth (2006), así como los problemas de adicciones del guitarrista Albert Hammond Jr., los llevó al primero de sus largos descansos. Cinco años después, cuando regresaron con Angles (2011), en lo personal (y alerta de spoiler) muy decepcionante, se escuchaban confundidos, con un pie en lo que habían hecho diez años antes y sin saber donde poner el otro pie para ir al futuro, además de que existía una mala relación entre los integrantes.

Es en este contexto en el que decidieron grabar su quinto álbum, Comedown Machine, lanzado el 26 de marzo de 2013 sin algún tipo de publicidad más allá de una canción de adelanto y un sencillo oficial, entre rumores de que su rápido lanzamiento se debía principalmente a requerimientos contractuales con su disquera, RCA. Hasta para la portada, que a mi parecer es interesante, se nota el poco esfuerzo que le pusieron al álbum. Pero esta situación sería irrelevante si la música incluida fuera de una calidad excepcional, que lamentablemente no es el caso.

Comedown Machine cuenta con once canciones, las cuales no se alejan mucho del sonido característico de The Strokes, pero que al mismo tiempo incluyen algunas ideas para darle una pequeña pizca de variedad, como si se hubiera propuesto hacer un nuevo álbum de Phoenix. La primera canción del álbum, Tap Out, es buena y continúa con la racha de buenas canciones iniciales de The Strokes. Por otro lado, One Way Trigger, la primera canción que salió para la promoción de este álbum y la primera (y que yo recuerde única) canción de The Strokes que tiene guitarras acústicas, aparte de ser el mejor cover de la historia de una canción de Maná, muestra un poco la diferencia en sonido para este álbum. El primer sencillo oficial fue All the Time, la cual pues… es una canción, sin duda. No muy buena, no muy mala, simplemente una canción de The Strokes. 80’s Comedown Machine, la que medio le da nombre al álbum, es una canción lenta pero que no está nada mal.

Además de las ya mencionadas, entre las canciones más recomendables se encuentran Welcome to Japan y 50/50, que puede ser una de las canciones más agresivas que hayan grabado. El resto de las canciones pues… suena a The Strokes pero no exactamente, y, como All the Time, existen sin ser ni malas ni buenas, sino totalmente irrelevantes.

Una de las características del álbum que lo hacen difrente al resto de su discografía es que en una parte importante del álbum Julian Casablancas canta notas más agudas de lo normal, lo que en términos técnicos se conoce como falsete. Por las fechas de grabación me gustaría suponer que esto surgió de la colaboración que tuvo con Daft Punk ( 😥 ) en Instant Crush, de Random Access Memories (2013). Además, en muchas de las canciones su voz se escucha ya sea por detrás de los demás instrumentos o con diversos efectos, haciendo más complicado el entender bien lo que está diciendo, más de lo normal, digamos.

Después de este álbum, The Strokes entró al segundo de sus largos descansos, el cual duraría casi toda la década, solamente interrumpido por el EP Future Present Past (2016). Afortunadamente, este segundo descanso los ayudó a recuperar su mejor forma y regresar nuevamente con el (alerta de spoiler) increible The New Abnormal (2020).

En conclusión, en Comedown Machine no hay alguna canción que alcance los niveles de sus antiguos clásicos, pero al mismo tiempo no hay canciones notoriamente malas. Esto, a lo cual se agrega su casi nula promoción, hace que fácilmente este álbum sea el más irrelevante en la discografía de The Strokes. Si lo quieres escuchar está bien, pues vas a encontrar canciones interesantes, pero si no lo escuchas también está bien, aquí no hay algo que a fuerza debas escuchar antes de morir.

Mi calificación final es…

Tres Julians.

3/5 Saca la chamba

PD

Para los que no entendieron el chiste: